ENLACE ENTREVISTA A DIARIO DE LA FRATERNIDAD (EN BREVE)

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Breve curriculum

Brenno Ambrosini es un destacado músico y catedrático de piano, nacido en Italia y considerado uno de los intérpretes más importantes del panorama musical actual. Comenzó sus estudios musicales a los seis años y debutó a los once en su ciudad natal, Venecia. Con una formación sólida en piano, órgano, violín y composición, ha perfeccionado su arte con reconocidos maestros en Europa, como G. Oppitz, M. de Silva-Telles y J. Soriano.

Con una brillante carrera musical, Brenno ha ganado diversos premios y ha ofrecido numerosos conciertos en ciudades de Europa, Estados Unidos y Japón. Ha sido solista junto a prestigiosas formaciones como The Royal Orchestra of Concertgebouw de Amsterdam, the Royal Philharmonic Orchestra, Yokohama Symphony, San Petersburg Camerata, entre otras. Además, es un apasionado de la música de cámara, colaborando con destacados músicos y cuartetos.

 Como catedrático de piano y música de cámara, Brenno Ambrosini comparte su vasto conocimiento con jóvenes músicos, inspirándoles a alcanzar su máximo potencial.

Su pasión por la música contemporánea le ha llevado a estrenar obras de reconocidos compositores y profundizar en la obra del ruso Alfred Schnittke. Brenno es miembro de honor de la Deutsche Alfred Schnittke Gesellschaft y ha impartido Masterclass sobre la interpretación de este autor.

A lo largo de su carrera, Brenno Ambrosini ha dejado una huella profunda en la música y la fraternidad, transmitiendo valores de solidaridad, respeto y crecimiento personal. Esta entrevista nos brinda la oportunidad de conocer más acerca de la faceta humana y artística de este excepcional músico. Aquí encontraremos una selección de piezas de su repertorio, para que el lector pueda deleitar la lectura de esta entrevista con obras interpretadas por el propio Brenno.

L. van Beethoven: Sonata en Do mayor Op.53 “Waldstein” – Brenno Ambrosini, piano - LIVE

https://youtu.be/83FSWEI8v0Y?si=EYxeYDO88ry9yMcX 

Entrevista intrapersonal

ADCOME: ¿Cuál fue tu inspiración para comenzar tus estudios musicales a tan temprana edad?

Brenno: Mis padres, ambos, era aficionados a la música clásica y a la ópera en particular. Compartían con mis abuelos todos los años, cuando era pequeño, un palco en el Teatro “La Fenice” de Venecia para el ciclo de óperas y se definían “verdianos”. Cuando tenía tres años, decidieron empezar a llevarme a la ópera e, inesperadamente, no rechisté. “Si me gustaba, estaba atento, si no me gustaba, me dormía” decían. Algún tiempo más tarde, porque mi padre no quería que estudiara música antes de conocer bien el alfabeto y saber leer y escribir, me llevaron a casa de un amigo aficionado que durante tres semanas empezó a enseñarme solfeo y piano. Al final él mismo les aconsejó llevarme a otro profesor porque yo aprendía demasiado rápido y tenía demasiadas posibilidades para un amateur como él. Así empecé mis andanzas en el mundo de la música.

ADCOME: ¿Qué te motivó a elegir piano, órgano, violín y composición?

Brenno: Fui al piano por muchas razones: en casa se escuchaba constantemente música clásica y preferiblemente para piano por un canal que pasaba a través de la línea del teléfono (Filodiffusione). La casa de mis padres estaba a pocos metros de Ca´ Vendramin-Calergi donde residían Wagner y Liszt en sus estancias en mi ciudad y fue fácil descubrir que la “Venezia” de Liszt no era otra cosa che la canción popular “La biondina in gondoleta” che oía, y se sigue oyendo, por la noche, cantada en las serenatas en góndola. El órgano era otro instrumento predilecto por mis padres, que me llevaban a cuantos más conciertos y festivales en la ciudad podían. Durante cinco años, toqué el órgano en la Iglesia cerca de casa. Todos los domingos y todas las ceremonias, debiendo cambiar constantemente de repertorio. Sólo cuatro piezas por una misa normal, pero siempre nuevas. Gracias a eso, he adquirido una lectura rápida y mantengo el amor para este instrumento grandioso. Violín y composición van juntos: quería profundizar el estudio de la composición, y por ello quería conocer un instrumento de cuerda, y después me hubiera gustado seguir estudiando algo de viento, percusión, ecc… Estudié violín cuatro años y composición cinco, pero al final tuve que decidir entre piano con formación humanística clásica o composición. Creo que muy pocas personas puedan dar lo mejor de sí en más que un ámbito. A estas personas les llamamos genios, y por suerte sólo tenemos a cinco o seis genios por siglo. Yo no era uno de ellos. 

ADCOME: ¿Qué te llevó a trasladarte a Munich para perfeccionar tus habilidades con G. Oppitz?

 Brenno: Para seguir mis estudios planeaba diferentes posibilidades como París o Moscú. De casualidad, cuando estaba acabando mis estudios en Italia, retransmitieron una noche por televisión un concierto en el que un joven pianista, muy poco conocido por aquel entonces, interpretaba el primer Concierto para piano y Orquesta de Rachmaninov. Me encantó. El día siguiente, subiendo al tren para ir a Castelfranco Veneto, donde estaba estudiando, me encontré con ese pianista: Gerhard Oppitz. Hablamos de todo y durante todo el trayecto: tenía un recital esa noche en Castelfranco. A mi llegada, desde el Conservatorio llamé a mis padres pidiendo permiso de quedarme al concierto y dormir en un hotel, y así fue. Después del concierto volvimos a hablar un poco, y allí se acabó. Era marzo. Al mes recibo una llamada suya, diciéndome que iba a tocar en mayo en Brescia, y si quería me podría escuchar. Se puede comprender que yo estaba dando saltos de alegría. Me fui a Brescia y recuerdo que tenía que repetir unos pasajes de una Sonata de Schubert, porque había estado un mes en Brasil tocando repertorio totalmente diferente. Al final me escuchó y me dio consejos para mi programa de recital de final de carrera. Cuando le pregunté si me cogería entre sus alumnos en Munich, él me dijo que ya había pedido referencias sobre mí, había hablado con el presidente de la Musikhochschule y se me dispensaba el primer año del hablar alemán. En pocas palabras, ya estaba matriculado para la prueba de acceso. Un mes más tarde estaba en Munich, y recuerdo que cogí el avión para no cansarme – tenía en julio el examen de estado del Liceo y en septiembre el final de carrera - y vino él a recogerme al aeropuerto. En septiembre acabé mis estudios en Italia, y a primeros de octubre ya estaba en Alemania. Tuve la suerte de quedarme con él más tiempo de lo debido, tres años de alumno oficial y uno extraoficial, gracias a una trampa burocrática, y más que me hubiera quedado si hubiera podido. Le seguí cómo pude a sus conciertos, y seguimos todavía en contacto viéndonos de vez en cuando. Siempre recordamos con cariño las tres semanas en la villa de Kempff en Positano donde hicimos una full inmersion de Beethoven, o un fin de semana en Mallorca en el que me hizo escuchar todo el Anillo de Wagner, consiguiendo que el día siguiente tuviese 40 de fiebre….

ADCOME: ¿Cuál fue tu experiencia más memorable en tu debut con la orquesta en el Liederhalle de Stuttgart?

Brenno: Era la primera que yo tocaba con orquesta. La responsabilidad era muy grande porque tocaba el Emperador de Beethoven y además sustituía a mi profesor que no pudo dar el concierto. Recuerdo la sala enorme, tal me lo parecía, las luces, la multitud de gente… Estaba muy nervioso, pero después del primer acorde solar en mi bemol mayor de la orquesta, me dije “Brennin, vamos adelante que para eso estamos aquí”. Maravilloso.

ADCOME: ¿Qué significa para ti colaborar en el desempeño de música de cámara con distintos artistas?

Brenno: La música de cámara me ha abierto más la mente, la visión de la partitura, los oídos. De por sí, es como amplificar aún más la polifonía del piano agregando elementos y colores diferentes, dinámicas y agógicas reflexionadas, definir claramente la forma, el climax y los recursos. Diría, en suma, una nueva visión más amplia que se acerca a la que debe tener un director de orquesta. Pensar en dar valor y resalto en cada momento a una frase, un sonido que no siempre viene de tu instrumento. Buscar alternativas, compromisos y soluciones siempre a nivel musical y nunca a nivel personal. Respetar, tolerar en un plano de igualdad. Colaborar con diferentes músicos o diferentes formaciones hace moldear cada vez toda la experiencia adquirida, transformando la vivencia en siempre algo nuevo y algo más grande. Corazones y mentes de los intérpretes deben respirar juntos, y la manera de hacerlo cambia con cada partner y en cada concierto. El aprendizaje es diferente del que hacemos cuando estamos solamente acompañados por nuestras 88 teclas, y lo que aprendemos, solos o en compañía, se verá reflejado en todo lo que hagamos transformando y haciéndonos crecer en nuestro interior como personas y como músico. 

ADCOME: Cuéntanos sobre los premios que has ganado y cómo te han influido en tu carrera musical.

Brenno: Soy de una generación en la que todavía ganar un concurso tenía unas repercusiones a nivel profesional interesantes. Ya había comenzado la proliferación de concursos que ha quitado importancia a estos mismos, pero en mi época no había tantos, sobre todo internacionales, y ganar un premio te garantizada darte a conocer, tener unos conciertos, además del premio en metálico que generalmente yo invertía en partituras, discos, viajes para otros concursos o material para fotografía, arte que me apasionaba y me apasiona todavía. Ahora el valor de un premio se ha rebajado muchísimo más y vemos como pianistas que ganan un concurso que hace cincuenta años te podía garantizar la “carrera” aún con un sexto premio, se ven obligados en hacer otros. Más que los premios, guardo de los concursos la experiencia y las enseñanzas recibidas. Estudiar para un concurso no tiene nada que ver con estudiar para un recital o para un examen. En un concurso la limpieza técnica, o mejor dicho mecánica, es sine qua non para pasar de ronda. El repertorio es amplio y variado porque tiene que espaciar por todos los períodos y estilos implicando el cambio de chip del intérprete instantáneo en el escenario. En un concurso, puedes tocar a las ocho de la mañana como a las once de la noche, y da igual si conoces el instrumento o no, da igual si puedes calentar antes o no. Al acabar tu interpretación en una ronda, vas con la mente (y también con las manos si puedes encontrar un instrumento) al repertorio de la ronda siguiente. El estrés y los nervios son mayores que en cualquier otra circunstancia, pero debes transmitir igualmente al máximo tu mensaje artístico. Este es el mensaje que intento transmitir a mis alumnos, es decir que participar a un concurso te da “tablas”, disciplina y rigor de estudio, concentración, te prepara para la vida profesional de más adelante, te enseña estudiar de una determinada forma que te permite después, bajo cualquier condición, dar lo mejor de ti mismo. Un gran e imprescindible entrenamiento.

ADCOME: ¿Cuál ha sido la colaboración más emocionante que has tenido con un director o una orquesta?

Brenno: Seguramente recuerdo un concierto en Belgrado, recién bombardeado, en el que interpretaba el Concierto de Schnittke con la Orquesta Filarmónica de la ciudad. Los músicos no conocían esta música, les parecía todo cacofónico tanto que en broma en el primer ensayo decían que íbamos a tocar “shitke”. Las cosas fueron cambiando con los ensayos, y después de la actuación el director y muchos de la orquesta lloraron de la emoción, y poco faltó que me llevasen a hombros. Aquello abrazos con el director y con las primeras partes en el escenario los llevaré conmigo toda la vida.

F. Liszt Concerto nº1 – Brenno Ambrosini LIVE 1989 Belgrade

 https://youtu.be/TYwxcNST524

Su Sonata de Liszt ha sido una sacra representación: monumental interpretación. El País, Madrid.

ADCOME: Cuéntanos sobre la experiencia de ofrecer conciertos en países tan diversos como Europa, Estados Unidos y Japón. ¿Qué diferencias encuentras en el público y la recepción de la música?

Brenno: Las diferencias pueden parecer gigantescas, pero residen sobre todo en la reacción. He llegado a proponer repertorio improponible en diversas ocasiones, y la reacción del público ha sido siempre positiva. El público puede expresar de formas diferentes su agradecimiento o sus emociones, pero nunca es insensible a música interpretada y recreada con sinceridad y con toda la implicación del intérprete. Lo importante es ser uno mismo cuando se toca, proponer tu visión porque, al fin y al cabo, la música impresa no existe. La música, la haces tú, desnudo, en el escenario, proponiéndote en toda tu integridad de pensamiento y sentimiento. Japón, Rusia, EE.UU. responderán lo mismo de manera diferente si perciben que te estás dejando todo encima del teclado y transmites un mensaje coherente y sincero. Da igual si se trata de la sala más prestigiosa del mundo o una salita pequeña y remota: al público se le debe todo, y lo reconocerá y agradecerá.

ADCOME: ¿Cómo seleccionas las composiciones que interpretas en tus conciertos y colaboraciones?

Brenno: Un recital es una historia en la que cuentas de ti a través de notas aunadas por grandes compositores. Tengo siempre un hilo conductor más o menos latente en mis programas, una historia que entrelaza obras diferentes, de autores diferentes y hasta sin aparente afinidad entre ellos, hasta presentar coherente y consecuente lo que en el programa no lo parece. Por eso no hago pausas entre obra y obra, y eso además sirve al público para no perder aquella concentración que, hoy en día, es siempre más difícil de conseguir, en un mundo avasallado de información, imágenes y distracciones. La historia que propongo será interpretada por cada uno de los oyentes (esto es la grandeza de la música) que volverá a su casa con un mensaje sobre el que pensar. Con mis programas pretendo que quien viene a escucharme acabe el concierto con un bagaje de temas y de preguntas que le hagan reflexionar. Parece una utopía, un sueño ingenuo, pero no lo es. Es mi filosofía de intérprete, o creador.

ADCOME: Como intérprete y músico, ¿qué técnicas o enfoques has desarrollado para expresar la esencia de la música que tocas?

Brenno: Salgo del presupuesto que, a diferencia de la mecánica, en la técnica, como dijo un gran pianista, se contempla también la interpretación. Todo buen artesano, como pruebo serlo, debe disponer de la más que suficiente mecánica para saber trabajar su elemento favorito y también de la más que suficiente técnica e idea filosófica de lo que quiere sacar de él. Miguel Ángel no hubiera hecho el David, el Moisés o la Piedad sin antes reflexionar mucho tiempo sobre un bloque de piedra que parecía sin vida. El enfoque es trabajar bien, como un buen obrero, y poner el aliento vital a lo que hago entregando mí mismo, mis pensamientos, mis sentimientos, mi corazón hasta que el todo trascienda la mecánica artesana utilizada. Intentando alcanzar lo espiritual y lo trascendente.

ADCOME: ¿Qué papel juega la música contemporánea en tu repertorio y cómo crees que afecta al público actual?

Brenno: La música contemporánea ha jugado un rol fundamental en mi desarrollo humano y pianístico. El estudio de la música de nuestros días, o del siglo pasado, implica un esfuerzo cerebral considerable y un estudio aún más meticuloso que en otros estilos de todos los elementos histórico-artísticos que están alrededor. Eso, por falta de aproximación al “nuevo” lenguaje y estilo. De ello ha resultado una “mirada hacia atrás”, un enfoque con las lentes contemporáneas. Me explico. Ahora si toco Beethoven, Chopin o Liszt no puedo prescindir de mi estudio del repertorio contemporáneo ni de lo que ha pasado artísticamente e históricamente hasta ahora. No puedo evitar escudriñar la partitura como si fuera compuesta hoy mismo. El estudio del detalle que te da el abarcar repertorio contemporáneo, el esfuerzo que implica dar sentido a cada nota y entender el mensaje de su autor, lo aplico también a cualquier obra de repertorio tradicional definiendo la arquitectura y el mensaje con la máxima claridad. La determinación de “hacer querer” a los demás un repertorio que resulta difícil a nuestros oídos (como de otra forma resultó la tercera sinfonía de Beethoven a sus contemporáneos) ha marcado una huella en mi manera de tocar y al mismo tiempo me ha dado grandes satisfacciones por la aceptación del público. Un público que muchas veces desconoce la música contemporánea porque los intérpretes o los programadores no se atreven incluirla.

ADCOME: ¿Cuál ha sido el mayor desafío que has enfrentado al interpretar obras de compositores como A. Pärt, S. Gubaidulina y B. Britten?

Brenno: Enfrentarme con un lenguaje desconocido para mí en esa época de mi vida, sentir lo que no había sentido antes o había sentido con otros recursos y medios. En ello me ayudó mucho un amigo mío, violinista y amigo personal de los tres compositores enunciados y quién me introdujo en el mundo sonoro de los grandes post-soviéticos presentándome y haciéndome trabajar con algunos de ellos.

F. Liszt: Ave Maria “Die Glocken von Rom”, Brenno Ambrosini LIVE

https://youtu.be/aOU9vnr9Ois?si=n9hGcg7y9CB_qkNc

Su pianísimo sinfónico ha brillado en todas sus interpretaciones. Westfälische Rundschau, Dortmund-Germany. 

ADCOME: ¿Qué enseñanzas o valores trascendentales has obtenido de tu estudio de la obra de Alfred Schnittke y qué valores crees que la música puede transmitir a la sociedad y cómo buscas fomentarlos a través de tu trabajo?

Brenno: Para mi Schnittke ha sido como la lógica prosecución de mi amor por Shostakovich. La manifestación de inmenso dolor con el mínimo de recursos y la máxima expresión. Para mi Schnittke, todo contrastes dinámicos y emotivos, se resume en la ineluctabilidad de nuestro destino, con todos sus interrogantes sin respuesta. Schnittke nos enseña que al final quedamos como una gran pausa en un pentagrama vacío, suspendidos por un calderón y con un sFFF que nos oprime. Como la lápida en su tumba. Respecto a la segunda pregunta, ante un arte, ante el Arte, todos somos pequeños y todos somos iguales. El mensaje que nos transmite una obra musical es universal, atemporal y fuera de cualquier espacio tangible. Es un lenguaje que todo el mundo comprende, aunque con diferentes matices. Consciente de ello y del papel que tengo, intento lanzarlo a todos. Igualdad.

ADCOME: ¿Tienes algún ritual o preparación especial antes de subir al escenario para un concierto importante?

Brenno: Todos tenemos nuestros rituales, grandes o pequeños. El mío es muy simple. El día del concierto, repaso lentamente el repertorio, como, descanso. Después en la sala, para la prueba acústica, hago una vez todo el repertorio sin esfuerzos e invirtiendo el orden del programa. Y antes de salir, un buen café con leche y un bollo. Eso que no falte.

ADCOME: ¿Cuál ha sido la mayor lección que has aprendido a lo largo de tu carrera musical?

Brenno: He aprendido muchas, pero recordaría dos en particular. La primera, que nuestro aprendizaje y nuestra carrera son un maratón, y no una carrera de velocidad. La segunda, que no somos nadie porque hasta las nuevas generaciones se han olvidado de nombres como Cortot, Guilels, Benedetti-Michelangeli, Rubinstein, Arrau …

ADCOME: ¿Qué te emociona más en el futuro en relación con tu música y tus proyectos musicales?

Brenno: Música es aprender y compartir. ¿Qué hay de mejor en la vida? Cualquier proyecto por pequeños que sea, y da igual si de concierto o pedagógico, es lo que me da razón de existencia. Me emociona vivir, intensamente y generosamente. Intento hacerlo en todas las facetas de mi vida. Con ilusión y alegría.

ADCOME: ¿Cómo encuentras el equilibrio entre tu vida personal y tu agenda apretada como músico y catedrático?

Brenno: Muchas veces tanto ajetreo cansa, tantas cosas y tantos viajes, pero intento siempre encontrar un equilibrio, y algunas veces hasta lo consigo. Quizá no me cueste mucho porque amo todo lo que hago, y no me cuesta dedicarme con alma y cuerpo a lo que amo.

Ilona Dyagileva: Prelude “The game of looks”

 https://youtu.be/m4jWHrpAHEY

ADCOME: ¿Qué papel juegan las colaboraciones musicales en la creación de conexiones humanas significativas para ti?

Brenno: Cuando colaboro con artistas que no conozco, siempre hay una ventaja: hablamos el mismo idioma, el de la música. De allí se forma un contacto único a nivel energético, emotivo y sensitivo que no tiene igual. Se funden a través de las notas las diferentes culturas, vivencias, emociones y bagajes existenciales. Nos abrimos cuando tocamos juntos a otros, y nos presentamos ante otra u otras personas que, en verdad, ya conocemos desde siempre.

ADCOME: ¿Qué significado tiene para ti el arte y la música en el contexto de la cultura y la sociedad?

Brenno: Sólo quiero recordar, como motivo de reflexión, lo que significó la música durante los tristes momentos de aislamiento pandémico: la música, en cualquiera de sus manifestaciones y estilos, nos ayudó a sobrevivir y nos unió. Eso lo ha sido siempre, y siempre lo será. Razón de unión, de comunicación, motivo de debate pero nunca de discusión, prueba hasta de provocación con tensión hacia la vanguardia y constante desarrollo humano. La música, el arte en general, el amor para la belleza y lo sublime son los elementos que justifican nuestra humanidad, nuestro ser pensante y viviente, son nuestro oxigeno que nos permite embellecernos, que nos dan más fuerza y conocimiento. 

F. Chopin: Sonata n.2 in B flat minor Op.35 “Marche Funèbre”, Primer Mov.

 https://youtu.be/OVdak13zZWc?si=5qyA9QvLX5POvvBB 

La justa elección: un pianista siempre elegante y refinado. Pianotime, Milan-Italy.

ADCOME: ¿Qué consejos darías a los jóvenes músicos que aspiran a seguir tus pasos?



Brenno: Música es vocación, sueño, mirada hacia el futuro. El consejo que daría es el de amar el conocimiento, estudiar con codicia y curiosidad todo que se le presente delante y atrás. Ser “humanistas” las veinticuatro horas del día porque todo nos ayudará a crecer y a difundir nuestro mensaje. Hacerse unas bases sólidas sobre las que construirse ellos mismos. Nada viene de la nada, las vanguardias que quisieron borrar lo anterior fracasaron siempre. Les propondría el ejemplo: para hacer el Picasso, tienes que saber pintar antes como Rafael.

ADCOME: ¿Cuál es tu mensaje para los oyentes y seguidores de tu música en todo el mundo?

Brenno: Sentir. Dejarse llevar. Abrirse de corazón y de mente al momento de la escucha. Y después reflexionar, porque lo que he tocado ya no existe, yo mismo no existo. Sólo queda lo que asienta en el corazón, en el cerebro y en el estómago del receptor. Me gustaría que siempre quedara este poso, no de mí si no de lo que he transmitido, de aquella chispa que algo debería haber encendido en el oyente, chispa y germen que pueda desarrollar en él más humanidad, conocimiento, respeto y tolerancia.

L. van Beethoven Sonata nº 32 in C minor op 111 - Brenno Ambrosini LIVE

https://youtu.be/rin1Sam2VtU?si=hoiXSFsNju3hzBt5

ADCOME: ¿Cuál es su filosofía de vida y cómo ha guiado sus decisiones y acciones?

Brenno: Mi filosofía de vida es muy simple. Aprender y disfrutar aprendiendo, y en la sociedad compartir, para aprender aún más de los demás. Esto lo aplico en mi vida personal, soy muy curioso y cabezota al mismo tiempo, y también en mi vida en calidad de pianista y profesor. Tengo la suerte de amar profundamente lo que hago, y cada día aprendo, del vecino, del panadero, del albañil, de mi colega, de mis alumnos… 

ADCOME: ¿Cómo ha cambiado su perspectiva de la vida a lo largo de los años?

Brenno: Cambiar es un deber porque de otra manera no habría crecimiento. La perspectiva cambia por las experiencias, por la edad, por el entorno. Pero creo que en el fondo siempre desuimos un sendero marcado del que te puede desviar un poco, pero sin cambiar tanto de ruta. 

ADCOME: ¿Cómo ha logrado mantener un equilibrio entre su vida personal, profesional y la Fraternidad?

Brenno: No me ha costado mucho porque no considero que se trate de tres caminos, más o menos paralelos. Más bien daría la imagen de un único camino, pero con diferentes carriles, por lo que es muy fácil pasar de uno a otro. La vía es la misma.

Beethoven - Für Elise WoO 59 - Brenno Ambrosini, piano

https://youtu.be/yyjjPEgABGQ

ADCOME: ¿Cuál es su mayor virtud y cómo la ha utilizado en su liderazgo en la Asociación Fraternal?

Brenno: No creo se trate de virtud, pero yo mencionaría el trabajo, una labor hecha con ilusión y alegría, en el júbilo de hacerlo siempre acompañado por personas que estimo y quiero. Nada más. El resto viene solo.

ADCOME: ¿Cómo ha aprendido a lidiar con la adversidad y cómo ha utilizado estas experiencias para su crecimiento personal?

Brenno: Buscando soluciones, compromisos hasta conmigo mismo. La adversidad de por sí se te plantea, pero el problema es encontrar la solución mejor. Aquí es donde reside el problema. Saber equilibrar opuestos.

ADCOME: Te hemos entendido hablar varias veces de humanismo. ¿Qué representa el humanismo por el ser interior del pianista Brenno Ambrosini?

Brenno: Es el ser interior. El humanismo nos define en cuanto animales racionales, pensantes, sociales, políticos y partes de un todo en el que nos desenvolvemos. Es lo general que nos hace entender lo particular y lo especialista. La humanidad está deshumanizada porque se ha apartado, desvirtuado y menospreciado la relación biunívoca que ponía a cada ser en contacto con lo que está dentro y fuera del mismo. El mundo en el que vivimos nos empuja hacia lo opuesto.

ADCOME: ¿consideras que esta reflexión tiene una trascendencia política? Es decir, según tu enfoque humanista, ¿cómo debemos construir organización – sociedad – país?

Brenno: Intento que todo lo que hago tenga una trascendencia política, en el sentido de implicación en y para la polis. Todo lo que decimos y hacemos debe tener ideología, porque si no la tuviese más valdría quedarnos callados. Pena es que las palabras  e  se hayan confinado en islas lejanas de la sociedad delimitando su enorme valor e importancia. Lo de construir sería persiguiendo un ideal, por naturaleza justo y perfecto pero quimérico. Entiendo que la utopía nunca se conseguirá, pero buscarla y buscarla para el bien de todos y no de pocos, eso sí lo podríamos intentar con más vigor. Claro que para ello necesitaríamos tener todos más cultura, educación, respeto, tolerancia, amplitud de ideas… y muchas cosas más que cada día vemos reducirse y hacerse más prescindibles en nuestra sociedad.

ADCOME: Hemos visto como se refleja en tu trabajo, pero ¿cómo se refleja en tus relaciones con los demás?

Brenno: No soy diferente en ello ni en otros aspectos. Vivir ya es difícil, y con tener una sola personalidad, unas pautas de comportamiento, unos valores intransigibles ya es mucho. Naturalidad. Soy quien soy en todas las facetas de mi vida, en lo bueno y en lo malo. Conmigo mismo y con los demás.

F. Liszt: Sonata en si menor

https://youtu.be/khMzAPjqhO0?si=Ww704gfqLaLVshzP 

ADCOME: ¿Cuál es el papel de la empatía y la compasión en tu arte? ¿Cómo intentas transmitir estos valores a través de tus creaciones, interpretaciones y acciones?

Brenno: Con la música, y con mi vida en general, lo que intento es transmitir. Todo. El arte no es un cuadro barato de supermercado que no molesta mucho y entonces se puede colgar en la pared del baño. Una de las funciones del Arte es justamente la de plantear temas importantes, y emociones y sensaciones, en quien disfrute de ella. El arte debe transmitir, entrar y hacer pensar. 

ADCOME: ¿Cómo abordas temas de justicia social, igualdad y dignidad humana en tu arte? ¿Crees que el arte puede ser un vehículo para el cambio social y la transformación personal? ¿Y una herramienta de transformación sociocultural?

Brenno: Por su componente “política” lo es. ¿Alguien se queda sin que se le remueva todo el cuerpo la primera vez que ve el Guernika? Arte es enseñar, proponer, forzar, romper. Polemizar para sacar a la luz. Provocar. Amansar. Arte es la más alta demonstración que somos humanos. A través del arte se pueden mover masas y se saca a la luz lo que estaba en la caverna.

Bach - Siloti : Prelude in B minor

https://youtu.be/UKFVr6HESKU

ADCOME: ¿Cuál consideras que ha sido tu mayor logro en términos de promover la conciencia humanista a través de tu trabajo? ¿Existe alguna labor o proyecto en particular que destaque en este sentido?

Brenno: El acercamiento y la universalidad. Lo hago con intencionalidad en un concierto como organizando intercambios de alumnos y profesores. Humanismo es apertura mental, y es lo que me propongo difundir todos los días. Contacto y compartir

ADCOME: ¿Cuáles son los desafíos que has enfrentado al tratar de transmitir mensajes humanistas a través de tu arte? ¿Cómo los has superado y qué has aprendido de esas experiencias?

Brenno: Los desafíos siempre han sido planteados por los que están en el sistema, el establishment. Muchos de los que pueden mover cosas o tienen miedo o simplemente no les conviene, y da lo mismo que hablemos de un programador de ciclos musicales o de un claustro de institución educativa. El desafío es conseguir realizar un programa o un proyecto, y he aprendido que con amor y dedicación se puede conseguir y llevar a cabo con éxito. También he aprendido que en muchas ocasiones la envidia y la cobardía son más potentes del miedo y del afán de poder.

ADCOME: ¿Cuál es tu visión a largo plazo para tu trabajo artístico desde una perspectiva humanista? ¿Dónde te gustaría que lleve a aquellos que te conocen y están inspirados por tu arte esta combinación de filosofía, espiritualidad y expresión creativa?

Brenno: Tal y como he dicho antes, no se trata de una visión sino más bien de una utopía a través de un camino de muchos carriles. Cuantos más seamos en este camino, antes progresaremos, aunque el horizonte de nuestra utopía nos parecerá alejarse o por lo menos estar siempre a la misma distancia de nosotros. Pero lo importante es el camino, no tanto la meta. Lo importante es el método y la disciplina de la ilusión, del amor y de la belleza.

ADCOME: Por último, ¿qué mensaje o consejo te gustaría compartir con aquellos que buscan vivir el arte y mirarla con un enfoque humanista?

Brenno: Simplemente seguir con perseverancia cada uno por su sendero, a pesar de todos los obstáculos que nos pone la sociedad en la que vivimos. Algún día nos encontraremos en el camino y se unirán todos los carriles.

-  Agradecimiento

Brenno: Muchas gracias a vosotros por haber dedicado vuestro tiempo y vuestra energía conmigo. Para mí ha sido un enorme placer y razón de mucho orgullo.

Playlist del entrevistado

YouTube

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